A veces necesitamos perdernos para saber a quién echamos de menos. A veces necesitamos huir para averiguar cuántos se preocupan por encontrarnos. A veces necesitamos salir corriendo para ver quién esta dispuesto a seguirnos.

martes, 15 de mayo de 2012

Balanzas de estabilidad.



Porque merece la pena, cuando te das cuenta de los malos momentos, los momentos en los que desearías que no existiese esa maldita sonrisa suya que tanto te enamora, los momentos en los que rezas por  que no te mire para que no adivine lo que estás pensando.
Merece la pena cuando te paras a pensar y ves que además de todo eso...también existe esto :





-Porque si pongo en una balanza todo lo que te odio a veces más todos los momentos en los que me enamoras como el primer día..estaría loca si se me pasara por la cabeza, aunque sea una milésima de segundo, olvidarte y olvidarnos.

jueves, 3 de mayo de 2012

"todo lo que conseguiste ayer te lo estas cargando en un momento".

-Palabras que desearías no volver a leer, o quizás esperar que no 
estén dichas en ese tono.

martes, 1 de mayo de 2012

Gracias.

Han pasado tres meses y sigo sin encontrarle la definición exacta a la sensación que me causa el estar con Israel. Al principio lo asociaba al miedo, el típico miedo que se tiene al principio de una relación...miedo a que salga mal, a que sea una farsa, a que la velocidad media a la hora de amarse esté en un listón muy alto, al típico " no eres tú, soy yo", en fin, miedo a prácticamente Todo
Pasaba el tiempo y el miedo fue transformándose en dudas, en creer que te faltaba algo, sentir un hueco dentro de ti que él no llenaba ni por asomo. En realidad estas dudas estaban bastante asociadas al miedo, iban de la mano junto con la ansiedad y  las ganas de tirar la toalla. Tras sentarme a reflexionar junto a Ella, ésta me hizo entender cuál era mi problema...esa puta manía de pensar que una relación se basa en mentiras, en tener miedo constantemente, en saber que dentro de dos meses se acabará y al otro mes todo empezará de nuevo, esa manía de dar más que recibir, de poner la mano en el fuego y querer pensar que no te estás quemando, pensar que en una relación es normal que te insulten, te humillen, te hagan sentir que no eres una mujer. 
No tardé ni cinco minutos en llamarle y contarle que ese hueco que yo sentía era normal, era esa herida que tenia dentro de mi y que estaba sanando, que mi cuerpo, mi alma y mi corazón tardaban en aceptar que en realidad una relación no se basa en todo ese maltrato, se basa en respeto, en sentir amor dentro de ti, en ir despacio, en cenas románticas, en sonrisas, en abrazos; se basa en demostrar que estás enamorada delante de todo el mundo, sin " espérame en esa calle" sino "Ven conmigo" o "Yo voy a por ti". He tardado tres años en darme cuenta de que una relación sana se basa principalmente en querer a ciegas, sin límites ni excusas y tres meses en darme cuenta de que para mí se basa en Israel. 


Hace mucho tiempo le dije a la persona equivocada, que era el hombre de mi vida... . Espero que me perdonen, pero la vida esta construida a base de cimientos de errores y caídas. Hasta hace unas horas no me veía capaz de volver a decirle a ningún hombre esa frase, pero no es justo que sabiendo que cada canción me recuerda a Israel, que sueño despierta y dormida en un futuro juntos, sin kilómetros que nos separen, los dos en los mismos m2; sabiendo que, no hay hombre sobre la faz de la Tierra que demuestre ese amor de una manera tan sincera, que llore y te haga llorar mientras te lo demuestre; no sea capaz de decírselo a él. Es por eso que he cogido a la valentía de la mano y a los dos cojones por la otra y han sido tres segundos los que he tardado en decirle QUE ÉL ES EL HOMBRE DE MI VIDA y si después de 17 años pensaba que era feliz y que estaba orgullosa de lo que hacia, lo que he sentido hoy... no tiene palabras. 


Jamás me he sentido orgullosa de una persona que no sea Ella o yo. Y hoy, puedo decir que me siento enormemente orgullosa de Israel, por tener el valor de enseñar a una persona que después de la tormenta viene la calma, de decir con la boca bien llena que yo soy su rata, que soy lo más bonito del mundo, que gracias a mi él es completamente feliz, que no podrá llevarme al cine o pagarme carísimas cenas en restaurantes de etiqueta, pero que no existe en el mundo un hombre con más ganas de poder hacerlo y que nadie, nadie me querrá tanto como él.




-Y llegaste tú, y con una sonrisa me hiciste comprender 
que un día malo, se puede convertir en el mejor de tu vida. 
25012012.